Descripción
La mayoría de los textos que aquí aparecen, a medio camino entre el aforismo y la ocurrencia, entre el poema y el anti-poema, pertenecen a Ovejas esquiladas, que temblaban de frío; Menú del día… A día; Amoremachine, La impecable y Viga, que junto a otra buena parte inédita (que por diferentes circunstancias descarté en su día, de esos mismos cuadernos de poemas), han conformado hoy este cuaderno galimatías, si acaso para darle algo de lógica al sinsentido, o todo lo contrario.
Gsús Bonilla (Don Benito, Badajoz, 1971).
El forro; Ovejas esquiladas, que temblaban de frío; Menú del día… A día; Mi padre, el rey; Amoremachine; Comida para perros; Viga; Anna; el catálogo de aforismos ilustrados para la exposición La impecable actuación de la poesía para reducir a un hombre, y la compilación de haikus Gsusitos, es parte de su obra publicada relacionada con la poesía, cuya particularidad quedó recogida en: Poesía de la conciencia crítica 1987-2011, el primer estudio riguroso y organizado de este movimiento de poesía contemporánea española, a cargo del doctor en Filología Hispánica y crítico literario Alberto García-Teresa. En 2015 publica El del medio de los Panero (Las apariciones apócrifas de Leopoldo María Panero), un contra libro ficcionado donde se desnarra la figura de este poeta. Ha coordinado el libro colectivo Al otro lado del espejo y, junto a José Ángel Barrueco, Disociados (Antilogía). En la actualidad, conduce el ciclo de poesía contemporánea en el barrio de Vallecas: POéTIKAS en la librería La esquina del zorro.
Para Anna
A menudo paseo por el interés
que muestran los zapatos;
caminar adherido a una suela
ir de un lugar a otro, dando pasos.
De pequeño bastaba con estar descalzo
sintiendo el adoquinado reciente
de un barrio en construcción
bajo tus pies desnudos;
nunca supe por qué se caminaba,
hacia dónde se iba,
solo tenía conciencia de andar.
Intuía el camino, descifraba su misterio
y atribuía cualidades humanas
a animales o cosas, personificaba
en estatua mis miedos.
Imaginaba a aquellas figuras;
de un modo u otro, había símbolo
o icono, siempre un ídolo al que recurrir.
Qué importa ya que sepas más detalles,
hoy el lejano Oeste queda muy lejano
y la verdad: me has brotado
como un indio en medio del pecho;
no sé si sioux, apache o piel roja, pero
me dueles águila de cabeza blanca,
oso grizzly o escorpión, y volveré
a torcer el rumbo, a domesticar la tierra
si es por ti.
INVENTARIO UNIVERSAL
La caja, tus zapatos
los gusanos y las hojas de morera.
Mis mariposas.
La casa, la jaula
el pájaro, su trino, el alpiste.
Mis huevos.
La calle, los perros
sus mierdas, el parque
y el arenero.
Mi barrio
el camello, la sed, el agua
y la sal.
La ciudad, los borregos
la lana, el frío
y el lobo.
El estado, sus buitres
el olor, los cadáveres
y más gusanos.
¡El continente!¡El contenido!¡El fuego!
El mundo…
y ese sonido extraño de las hienas
cuando tienen hambre.
Reseña por Juan Carlos Mestre.
Reseña por Mª Ángeles Maeso.