Descripción
No soy de nadie fue registrado por Kutxi Romero, Juanito Lorente y José María Marco Pete, guitarristas y fieles escuderos suyos desde 2014, en Estudios Sonido R-5 de Orikain, Navarra, encargándose de la grabación, producción, las mezclas y la masterización Kolibrí Díaz; además, el Maestro aportó guitarras eléctricas y acústicas a lo largo y ancho del disco: algo que también hicieron Alén Ayerdi y Javiertxo Pintor, Dr. Txo, a las percusiones y al bajo eléctrico –respectivamente-, y Pedro Fernández Razkin, a los coros; ¿Más colaboraciones a destacar? La nómina es amplia, quedando perfectamente reforzado el trío por el calor e inmejorable hacer de Luter, a la guitarra acústica en Vengo del Mercado y La sangre llega hasta el cielo; Luis Mari Moreno Pirata, al saxofón en La sangre llega hasta el cielo y Nicotina y alquitrán. Juanjo Ojeta, Txus Maraví, Mai Medina e Iñaki Uoho Antón, haciendo sonar sus guitarras eléctricas en El año del conejo, Mierda en las tripas, Del martillo al agua y No me beses en la boca, y Gabri Gainza, quien puso su violín a disposición de Malnacido. El disco se completa con Corazón equino y Como quien pide tabaco. Todas las canciones fueron compuestas y escritas por Kutxi Romero.
A lo largo del disco Kutxi despliega un preciosista abanico de canciones sumamente enriquecidas por las exquisitas colaboraciones ya citadas; con las notas tejidas por tan excelso elenco de sastres vistiéndolas con los más adecuados ropajes: conformando bajo la batuta de Kolibrí una mastodóntica obra de alquimia e ingeniería musical al servicio de unas composiciones, 10, cuya música y letras, marcadas por una exultante presencia de imágenes, si algo denotan es unidad. Cosidas por la característica voz de Romero, ser uña y carne las mismas, fruto de mágicos chispazos aderezados por la pasión y el habitual ingenio del genio y figura de Berriozar.
Proyecto personal que no ‘en solitario’ –así pues-, No soy de nadie es, ante todo, un CD con alma y latido propio; catártico por momentos, un disco hecho con el corazón y con las tripas. Una retrataura o radiografía sonora de Kutxi lejos de coraza alguna. Sin herrajes ni tapujos, dando rienda suelta Romero al niño grande que lleva dentro. Haciéndolo como el consumado maestro que es a la hora de navegar en cualquier mar, con independencia de cómo esté la marea: de todos es sabido que identidad y ADN no se pueden borrar.
No soy de nadie, en resumen: un trabajo de lo más electrizante desde su inicio, con Vengo del Mercado (composición autobiográfica que muestra a Kutxi a corazón abierto; inmejorable tarjeta de presentación) hasta No me beses en la boca, con la frase que le da título cerrando la canción: lapidaria declaración de principios que, con Kutxi tal vez dejando entrever querer ser de todos, hace bueno título y contenido de un disco… de 10. Y no solo por el número de canciones que contiene. Kutxi, para quitarse el sombrero una vez más.
J. Óscar Beorlegui